Están formados por una serie de anillos, unidos alternadamente al rotor y al estator, de tal modo que, sin haber un contacto físico entre las partes en movimiento, el escape de gases se ve dificultado al tener que recorrer el laberinto que se forma entre los anillos. Al anlalizar una vista en corte de uno de estos sellos, las secciones alternadas aparecen como dientes, aunque también se les puede llamar pestañas, o más genéricamente, crestas y valles.